Cómo testificar con el Sétimo Mandamiento

Descarga este estudio en PDF. – El fundamento de la enseñanza del evangelismo es ley al orgulloso, gracia al humilde. El evangelio es para los quebrantados de corazón. pero la mayoría de las personas son orgullosos de corazón. ¿Como llevas a una persona a una necesidad verdadera de Cristo? Debemos llevarlos por la ley para traerles a conocimiento de su pecado.

En esta lección, vamos a ver algunas excusas que puede poner una persona cuando le explicamos el sétimo mandamiento. La excusas son múltiples y pueden ser siempre diferentes. ¿Cómo sobrepasar las excusas? Sin Cristo, ellos perecerán, así que debemos saber dar el mensaje saltando los argumentos del pecador.

Miremos en esta lección el poder del sétimo mandamiento para que la persona vea su condición delante de Dios. El mandamiento dice:

“No cometerás adulterio.” Exodo 20.14

Esto se refiere a que un hombre tome la mujer de su prójimo y tengan relaciones sexuales. Esto convierte a ambos en adúlteros. La pena bajo la ley de Moisés era la muerte para ambos.

Levítico 20.10 «Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.»

Excusa
– «Técnicamente, el sexo fuera del matrimonio no es adulterio.»

Cuando una persona da excusas, asume siempre que se está justificando delante de tí como un medio de defensa. A nadie le gusta sentirse culpable, y la respuesta normal es tratar de escapar de la culpa. El tener sexo fuera del matrimonio se llama fornicación y sabemos que moralmente eso también es incorrecto. 1 Cortintios 6.9 dice que los fornicarios no entrarán al reino de Dios. Aunque la persona no crea en la Biblia, apela a la conciencia de la persona para que ella admita que en su conciencia ella sabe que el sexo prematrimonial no es algo correcto moralmente. Si la persona no quiere admitirlo, continúa con otro mandamiento, sigue usando la Ley y sigue dando municiones al Espíritu Santo para que lo convenza de pecado.

Excusa
– «Nunca le he sido infiel a mi esposa.»

A Jehová le complace magnificar su ley y engrandecerla, pues ama la justicia.

“Jehová se complació por amor de su justicia en magnificar la ley y engrandecerla.” Isaías 42:21

Cristo explicó los detalles de dicho mandamiento, y lo engrandeció en el sentido de que mostró la naturaleza espiritual del mismo. Estaba profetizado que lo haría, y en el sermón del Monte vemos su actuar. No es sólo el acto físico es que es pecado, sino que el mirar para codiciar también es considerado por Dios como adulterio del corazón.

“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.” Mateo 5.27-28

Los fariseos habían transformado el mandamiento en una fachada de santidad, pero Jesús les mostró que Dios mira también la intención de una mirada. Explica a la persona a la que le testificas que es culpable delante de Dios por sus pensamientos, no sólo por sus acciones.

La ley es así, es como una flecha que entra duro hasta el corazón. Dios ve nuestros pensamientos y ve nuestra culpabilidad.

Excusa
– «Es malo ver a una chica linda?»

Mirar no es malo, pero hay una diferencia entre mirar y codiciar. Como la Biblia dice, codiciar es «adulterio del corazón». Ten siempre en mente, que el pecador quiere justificarse delante de tí para sentirse menos incómodo. Ten compasión de él y sigue mostrando cuánto ha pecado contra Dios. Es algo necesario.

Excusas
– «No estoy de acuerdo con ese mandamiento. La mayoría de la gente tiene un gran afecto por la lujuria.»
– «La lujuria no es mala, es natural.»
– «La lujuria no hace daño a nadie.»

Mira que todos los razonamientos llevan a cuestionar la autoridad de Dios al juzgar lo que es bueno o malo. Regresa a lo básico y explica qué es bueno.

1. ¿Que es bueno? Es cumplir una ley moral escrita en tu corazón. Hay una conciencia dada por Dios que le dice al pecador de esta verdad. Romanos 2.15
2. Cuando mientes, pecas contra Dios. Cuando blasfemas, pecas contra Dios. Tu pecado es vertical. Los siguientes versículos hablan de que la maldad del hombre es una ofensa contra Dios, y por eso es algo grave.

“Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.” Génesis 13.13

José fue tentado por una mujer casada a adulterar con ella, pero él fue fiel a Dios:

“No hay nadie más grande que yo en esta casa, y nada me ha rehusado excepto a ti, pues tú eres su mujer. ¿Cómo entonces iba yo a hacer esta gran maldad y pecar contra Dios?” Génesis 39:9

Cuando David adulteró (7mo mandamiento), asesinó (6to mandamiento), mintió (9no mandamiento) y robó (8avo mandamiento), Dios envió un buen profeta que le mostró su maldad. David respondió con humildad al reconocer que su pecado fue primeramente contra Dios:

“Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.” 2 Samuel 12:13
«Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; 
 Para que seas reconocido justo en tu palabra, 
Y tenido por puro en tu juicio» Salmos 51.4

Excusa
– «En mi cultura, eso no está mal. Es algo fomentado en los periódicos, televisión, en toda la publicidad.»

Las culturas del hombre siempre van a ir en contra de la ley de Dios. La cultura o la opinión personal nunca son la autoridad, y no serán tomadas en cuenta delante del juicio de Dios. Jesucristo nos da el ejemplo más claro al responder a fariseos orgullosos que no querían someterse a su señorío:

“Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.” Lucas 16:15

Aprende este verso de memoria y practícalo pues es una herramienta excelente para responder a un pecador orgulloso. El siguiente es un ejemplo de una conversación:

El Inconverso orgulloso dice “La lujuria es natural. Dios es injusto si me juzga por algo natural.”
Entonces, el Evangelista fiel dice “Tú te puedes justificar delante de mí, pero Dios conoce tu corazón. Por favor, piensa en la advertencia que te hago, es por tu bien. Lo que tú estimas como valioso para Dios es maldad. Ten esta literatura y llámame si quieres hablar acerca de tu bienestar eterno, gracias por tu tiempo.

Dios dice claramente que las reglas ya están dadas y no debemos errar al intentar establecer las nuestras propias:

«¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,» 1 Corintios 6.9

Excusa
– «El placer es bueno.»

El placer no es un buen criterio para saber si algo es bueno a los ojos de Dios. Por ejemplo, robar un banco puede ser divertido para alguien pero no cambia el hecho de que es ilegal.

La lujuria da placer y el hombre inconverso nunca dejará su pecado a menos de que sienta que está en peligro. Es como un niño pequeño que sostiene una dinamita encendida. El observa la mecha y se fascina por ella. No se da cuenta de que eso lo matará. El pecador está fascinado con su pecado. Nosotros debemos advertir a las personas de que es una cosa peligrosa aferrarse a sus pecados.

“Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” Santiago 1.15

El placer del pecado dura sólo un momento pero las consecuencias serán trágicas. No hay nada peor que pasar la eternidad en el infierno. El miedo es lo que produce que una persona abandone su placer y huya al Señor Jesucristo. Jesús mismo nos da un ejemplo de cómo explicar la urgencia del mensaje que predicamos.

“Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,” Marcos 9.47

Una persona que ya está en el infierno sufre calor, soledad, dolor, confusión, oscuridad y nunca saldrá de allí. Con gusto daría su ojo o su brazo con tal de salir de allí. Aunque las palabras de Cristo puede que suenen exageradas, realmente son muy pertinentes. Debemos hacer todo lo posible en nuestras manos para dejar lo que nos haga pecar, ser radicales para vivir un arrepentimiento genuino.

El evangelismo moderno
El evangelismo moderno, ese que dice al pecador “Dios te ama y tiene un plan maravilloso para tu vida” está errado. Esta tendencia quiere ir al niño con la dinamita y ofrecerle un dulce por su dinamita. No quieren decir la verdad para no ofenderlo, pero lo que logran es que la el niño tome el dulce pero no suelte la dinamita.

Es así como, ese tipo de cristianismo moderno produce a personas que piensan que son cristianas, pero realmente tienen aun sus vidas apegadas a la dinamita y eso los llevará a la muerte eterna. Dios no va a doblar sus leyes en el juicio. Si metes tu dedo en un toma eléctrico te vas a electrocutar. No hay excepciones.

El sétimo mandamiento revela cuánto el hombre ama su pecado, y en manos de un cristiano fiel es una herramienta efectiva para llevar a una persona a un conocimiento de su pecado contra Dios.

En este sitio web, te mostramos ejemplos de cómo testificar. Usa los audios y videos, salgamos y seamos fieles a la misión que nos ha sido encomendada. Descarga este estudio en PDF.