Un visitante nos hace la siguiente pregunta:
«Si yo decido o yo soy el que me arrepiento, no es decir que el arrepentimiento es una obra mía?»
Si gusta, puede leer una respuesta concisa o una más explicada:
Respuesta breve
- Dios manda a todos los hombres que se arrepientan (Hechos 17:30-31). Es algo que ellos deben hacer.
- Sin arrepentimiento, no hay salvación (Lucas 13:3, Santiago 4:6, Romanos 2:5). No es una obra, es un requisito de humildad.
- Nosotros debemos predicar lo mismo (Hechos 20:21).
Respuesta completa
El arrepentimiento es algo que hace el pecador que quiere salvarse. Se llama la «conversión de los ídolos a Dios». Mire en 1 Tesalonicenses 1.9 donde Pablo le dice a los cristianos de Tesalonica que la conversión es algo que ellos hicieron.
porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,
Dios manda a todos los hombres que lo hagan porque hay un día donde juzgará a cada uno:
«Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; 31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia» Hechos 17:30-31a
Sin arrepentimiento una persona no puede tener la salvación.
«Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.» Lucas 13:3
Entonces, tenemos claro de que el arrepentimiento o la conversión es algo que hace el pecador, no lo hace ni Dios ni ninguna otra persona.
¿Es una obra? No es una obra en el sentido de que Ud. no se está ganando el favor de Dios al hacerlo. Una obra en el contexto de Romanos 4:4 es una manera de un hombre de tratar de pagar por sus pecados. Ejemplos de obras para intentar salvarse es lo que hace un Catolico Romano al realizar la misa o los sacramentos, o lo que hace un musulmán al cumplir los pilares del Islam. Estas obras son un insulto a Dios al querer ganarse su perdón. Es como querer sobornar a un buen juez. Esto sólo agrava la deuda, ya que además de los pecados en juicio se agrega el querer corromper al juez. Dios es un Juez Justo y no acepta sobornos del hombre.
«Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;» Romanos 4:4
Entonces, si el hombre no puede pagar por sus pecados, ¿porqué Dios le manda arrepentirse? El arrepentimiento es un requisito de Dios antes de salvar a alguien en el sentido de que muestra si el hombre tiene una actitud humilde o no. Dios dará su gracia (su perdón, la salvación que es por gracia) sólo a una persona que sea humilde delante de El. El tener una actitud humilde o no es algo que decide cada persona. Santiago 4:6 dice,
«Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.»
Si una persona es soberbia (no quiere dejar su pecado), entonces no importa si profesa tener fe en Jesucristo, puesto que Dios no le dará la salvación hasta que sea humilde. Esa actitud humilde se muestra en un corazón arrepentido. Veamos en Romanos 2:5 lo que espera a una persona con un corazón no arrepentido:
«Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,»
El día del juicio se llama «el día de la ira», y en ese día el pecador no arrepentido recibirá toda la ira de Dios, el castigo en el Lago de Fuego. Ese castigo en el Lago de Fuego es la segunda muerte. Léalo en Apocalipsis 21:8,
«Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.»
En ese día de la ira, sólo importará si la persona tiene la justicia o no (es un juicio por justicia, un juicio penal). Sólo el tener la justicia lo librará del Lago de Fuego. Esto lo dice Proverbios 11:4,
«No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; Mas la justicia librará de muerte.»
En resumen, en el día de juicio no importará su properidad material, sino si tiene justicia. Si Ud. no la tiene, irá a la muerte, al Lago de Fuego por siempre.
¿Cómo puede Ud. saber si tiene la justicia? Mire la ley de Dios con que Dios le juzgará y vea si la ha cumplido toda. Si ha fallado en algo, entonces, ya no es justo, es culpable. La ley moral de Dios está escrita en su propia conciencia. Ejemplos de manera en que Ud. rompe esa ley son: Mentir, robar, adulterar, desobedecer a los padres, codicia, no dar a Dios el primer lugar, irrespetar a otra persona. Con infringir una ley, ya la ha infringido toda.
«Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.»Santiago 2:10
Dios ama esa ley, es su justicia (Isaías 42:21). Si Ud. la ha roto aunque sea una sola vez, Dios tiene ira contra Ud.
«Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.» Romanos 4:15
Ahora, si sabemos que esto espera al de corazón no arrepentido, entonces ¿cómo se puede obtener la justicia?
La justicia de Dios no se puede comprar, ni merecer puesto que requiere pagar un Infierno de sufrimiento. Esa justicia sólo se puede obtener en el Señor Jesucristo. Cristo sufrió la ira infinita de Dios en la Cruz. El es el sustituto penal por un hombre culpable. Un hombre pecó, un hombre sufrió. El hizo el pago por el pecado, por los pecados de todos los hombres. El pudo hacerlo ya que es un ser infinito.
Dios quiere que todos los hombres sean salvos:
«el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.» 1 Timoteo 2:4
Sin embargo, sólo dará esa justicia a los que sean humildes (como vimos en Santiago 4:6). Entonces el arrepentimiento no salva, sino que es un requisito de humildad que Dios manda al hombre (Hechos 17:30-31).
Si deseamos predicar el evangelio bíblicamente, entonces debemos decir que Dios manda al hombre arrepentirse de sus pecados y luego que ponga su fe sólo en Jesucristo para su salvación. Si lo hace, Dios le salvará inmediatamente y de forma gratuita.
Si desea examinarse a sí mismo si se ha arrepentido o no, le invitamos a leer este artículo: Duda: “No Estoy Seguro Si Me He Arrepentido O No”.
SI ES ASI PERO ANTE DE LLEGAR AL ARREPENTIMIENTO LA PERSONA NECESITA ADMITIR QUE ES UN PECADOR, SI ELLO NO HAY NADA.
Jorge, el artículo mismo lo dice. Si no se usa la ley en el evangelismo, las personas no tendrán conocimiento del pecado del cual deben arrepentirse (Romanos 3:19-20). Le invito a estudiar el Manual de Testificar que le ayudará a ver la importancia de lo que resalto: http://www.evangelismobiblico.com/manual-de-evangelismo/
Dios es el que produce lo necesario para que el hombre pueda ser salvo. (Filip.2:13). El hombre no puede buscar a Dios por sí mismo, pues se halla «…Muerto en delitos y pecados…» (Ef.2:1,5). No hay quién busque a Dios (Rom3:10-18). Sólo son salvos aquéllos que fueron predestinados a salvación desde antes de la fundación del mundo (Rom.8:28-30). La salvación es de Jehová (Jon.2:9). Muchas bendiciones!
Carlos, le agradecemos su comentario, pero su comprensión de la salvación esté errada. Si me permite corregirle, le indico a continuación que los pasajes que Ud. utiliza nno habla de algunos predestinados para ser salvos antes de la fundacion del mundo.
Filipenses 2:13 No habla de la salvacion de un inconverso. El pasaje esta dirigido a cristianos a quienes Dios da nuevos deseos de servirle.
Efesios 2:1-5 El que el hombre esté muerto en delitos y pecados quiere decir que esté separado y en condenación. No quiere decir que el hombre sea incapaz de arrepentirse. El pasaje no lo dice.
Romanos 3:10-18 El que no haya quien busque a Dios es la principal razon para que un cristiano VAYA y predique el evangelio a una persona. Al predicar la ley moral, le damos conocimiento de su pecado a la persona (Romanos 3:19 y 20). Es ahí, donde la persona puede poner su fe en Jesucristo par ser salvo (Romanos 3:21 y 22).
Romanos 8:28-30 El pasaje no habla de la salvación de un inconverso, sino de la glorificación de los hijos de Dios. Este es un evento a futuro, no ha ocurrido, por lo tanto no es correcto que Ud. lo use para decir que algunos estan preelegidos para ser salvos y otros no.
Jonáas 2:9 Sabemos que la salvación es de Jehová. Dios es el ofendido por el pecado del hombre, y sólo El tiene la justicia gracias al sacrificio de Cristo (Romanos 3:21-22).
La Biblia dice muy claramente que Dios salvará a todos los que crean en El (Juan 3:16).
Primero, el hombre debe creer y luego Dios lo salva (Juan 1.12).
«Creer en Cristo» es arrepentirse de los pecados y poner la fe en Jesucristo (Hechos 20.21). Eso es lo que debemos predicar los cristianos.
Como ve, el hombre inconverso (condenado, muerto en pecados, impío, que por sí mismo no busca a Dios) debe creer en Cristo antes de ser salvo. No es incapaz de hacerlo, y más aun, Dios le manda a hacerlo (Hechos 17:30-31).
Dios ya hizo lo necesario para que cualquier hombre sea salvo: Vino a la Cruz, satisfizo la ira de Dios, y resucitó de los muertos. Ahora, el cristiano debe decir esto a los impíos. Si ellos se humillan ante Dios y creen en Cristo, Dios los salva.
Decir que algunos son elegidos para salvación antes de la fundacion del mundo es torcer la Biblia para decir algo que no dice, y peor aun pervierte el evangelio bíblico.
Carlos, Ud. debe arrepentirse de sus pecados para poner su fe en Cristo. Debe decidir hacerlo de una vez por todas. Por su comentario, veo que Ud. se considera cristiano, pero no ha decidido arrepentirse. Ud debe hacerlo. Si no lo ha hecho, no es salvo, y no hay nada más importante que ello. Si no lo hace, perecerá (Lucas 13:3).
Excelente, hermanos:
Me encantan sus publicaciones y estoy pendiente de TODOS los artículos que publican para la edificación de todos; El Señor Jesús me ha enseñado mucho por medio de ustedes.
Hay tantas doctrinas falsas y de demonios que tenemos que combatir con toda paciencia, amor y mansedumbre.
Que el Señor nuestro Dios continúe ayudándoles e iluminándoles Su palabra.
Así sea.
Un abrazo desde Maracaibo – Venezuela.
hola, bendiciones para todos uds, y sigan adelante compartiendo el verdadero evangelio
Le agradezco su mensaje, Gerardo! Es significativo, y seguiremos haciéndolo!